Esto afecta a grupos, movimientos y comunidades, y es lo que explica por qué tantas veces comienzan con una intensa vida en el Espíritu, pero luego terminan fosilizados... o corruptos. Es feliz seguridad que nos lleva a gloriarnos del Evangelio que anunciamos, es confianza inquebrantable en la fidelidad del Testigo fiel, que nos da la seguridad de que nada «podrá separarnos del amor de Dios» (Rm 8,39). En orden a evitarlo, es sano recordar frecuentemente que existe una jerarquía de virtudes, que nos invita a buscar lo esencial. 28. 8: DH 1532. También los cristianos pueden formar parte de redes de violencia verbal a través de internet y de los diversos foros o espacios de intercambio digital. Y en el centro está la caridad. En efecto, el Señor, al final de los tiempos, plasmará su obra de arte con el desecho de esta humanidad vulnerable. Pertenece al corazón y a la identidad misma de la vida cristiana. Sin embargo, a veces tenemos la tentación de relegar la entrega pastoral o el compromiso en el mundo a un lugar secundario, como si fueran «distracciones» en el camino de la santificación y de la paz interior. A veces la vida presenta desafíos mayores y a través de ellos el Señor nos invita a nuevas conversiones que permiten que su gracia se manifieste mejor en nuestra existencia «para que participemos de su santidad» (Hb 12,10). Pero también puede implicar reproducir en la propia existencia distintos aspectos de la vida terrena de Jesús: su vida oculta, su vida comunitaria, su cercanía a los últimos, su pobreza y otras manifestaciones de su entrega por amor. 133. No quitemos valor a la oración de petición, que tantas veces nos serena el corazón y nos ayuda a seguir luchando con esperanza. Y no olvidemos la exhortación de Nehemías: «¡No os pongáis tristes; el gozo del Señor es vuestra fuerza!» (8,10). [118] V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Documento de Aparecida (29 junio 2007), 259. Mi humilde objetivo es hacer resonar una vez más el llamado a la santidad, procurando encarnarlo en el contexto actual, con sus riesgos, desafíos y oportunidades. Pretenderlo sería confiar demasiado en nosotros mismos. El mundano ignora, mira hacia otra parte cuando hay problemas de enfermedad o de dolor en la familia o a su alrededor. Es necesario pensar que todos nosotros somos un ejército de perdonados. Miremos a Jesús: su compasión entrañable no era algo que lo ensimismara, no era una compasión paralizante, tímida o avergonzada como muchas veces nos sucede a nosotros, sino todo lo contrario. Allí se manifiesta con descontrol que la lengua «es un mundo de maldad» y «encendida por el mismo infierno, hace arder todo el ciclo de la vida» (St 3,6). Por la misma razón, el mejor modo de discernir si nuestro camino de oración es auténtico será mirar en qué medida nuestra vida se va transformando a la luz de la misericordia. San Juan Crisóstomo decía que Dios derrama en nosotros la fuente misma de todos los dones antes de que nosotros hayamos entrado en el combate[53]. Y cuando lo recibimos en la comunión, renovamos nuestra alianza con él y le permitimos que realice más y más su obra transformadora. [66] Cf. Por lo tanto, no te santificarás sin entregarte en cuerpo y alma para dar lo mejor de ti en ese empeño. La contemplación de estos misterios, como proponía san Ignacio de Loyola, nos orienta a hacerlos carne en nuestras opciones y actitudes[18]. «No nos entreguemos al sueño» (1 Ts 5,6). Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres que ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergación, la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados de atención, las nuevas formas de esclavitud, y en toda forma de descarte[84]. Así como el supremo mandamiento del amor, esta verdad debería marcar nuestro estilo de vida, porque bebe del corazón del Evangelio y nos convoca no solo a aceptarla con la mente, sino a convertirla en un gozo contagioso. Pero no podremos celebrar con gratitud el regalo gratuito de la amistad con el Señor si no reconocemos que aun nuestra existencia terrena y nuestras capacidades naturales son un regalo. Esto da lugar también a verdaderas experiencias místicas vividas en comunidad, como fue el caso de san Benito y santa Escolástica, o aquel sublime encuentro espiritual que vivieron juntos san Agustín y su madre santa Mónica: «Cuando ya se acercaba el día de su muerte ―día por ti conocido, y que nosotros ignorábamos―, sucedió, por tus ocultos designios, como lo creo firmemente, que nos encontramos ella y yo solos, apoyados en una ventana que daba al jardín interior de la casa donde nos hospedábamos […]. Saber llorar con los demás, esto es santidad. Parte 1. Ecum. En los procesos de beatificación y canonización se tienen en cuenta los signos de heroicidad en el ejercicio de las virtudes, la entrega de la vida en el martirio y también los casos en que se haya verificado un ofrecimiento de la propia vida por los demás, sostenido hasta la muerte. Sal 119,105). El primado lo tienen las virtudes teologales, que tienen a Dios como objeto y motivo. 49. 5: DH, 1525). Que diga algo así un político preocupado por sus éxitos se puede comprender; pero no un cristiano, a quien solo le cabe la actitud de ponerse en los zapatos de ese hermano que arriesga su vida para dar un futuro a sus hijos. 125. 132. [108] Sta. Jesús promete que los de corazón puro «verán a Dios». [42] Carta al Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica Argentina en el centenario de la Facultad de Teología (3 marzo 2015): L’Osservatore Romano (10 marzo 2015), p. 6. What was one new insight from Chapter 1 that really stuck with you? [49] Cf. Tomás de Aquino, Summa Theologiae I-II, q.109, a.9, ad 1: «La gracia entraña cierta imperfección, en cuanto no sana perfectamente al hombre». En cualquier caso, como enseñaba san Agustín, Dios te invita a hacer lo que puedas y a pedir lo que no puedas[49]; o bien a decirle al Señor humildemente: «Dame lo que me pides y pídeme lo que quieras»[50]. El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados. 33. Otras veces solo se trata de encontrar una forma más perfecta de vivir lo que ya hacemos: «Hay inspiraciones que tienden solamente a una extraordinaria perfección de los ejercicios ordinarios de la vida»[15]. Pero precisamente para tratar de amar como Cristo nos amó, Cristo comparte su propia vida resucitada con nosotros. 81. Así puede atreverse a compartir el sufrimiento ajeno y deja de huir de las situaciones dolorosas. 106. 117. Sin perder el realismo, ilumina a los demás con un espíritu positivo y esperanzado. 66. ap. En varias ocasiones la Iglesia ha canonizado a comunidades enteras que vivieron heroicamente el Evangelio o que ofrecieron a Dios la vida de todos sus miembros. La misericordia tiene dos aspectos: es dar, ayudar, servir a los otros, y también perdonar, comprender. Hemos dicho tantas veces que Dios habita en nosotros, pero es mejor decir que nosotros habitamos en él, que él nos permite vivir en su luz y en su amor. Deja que la gracia de tu Bautismo fructifique en un camino de santidad. Ejercicios espirituales, 102-312. Suele escucharse que, frente al relativismo y a los límites del mundo actual, sería un asunto menor la situación de los migrantes, por ejemplo. No nos hace bien mirar desde arriba, colocarnos en el lugar de jueces sin piedad, considerar a los otros como indignos y pretender dar lecciones permanentemente. Así se produce un peligroso dualismo, porque en estas redes se dicen cosas que no serían tolerables en la vida pública, y se busca compensar las propias insatisfacciones descargando con furia los deseos de venganza. 170. [17] Conferencia de Obispos católicos de Nueva Zelanda, Healing love (1 enero 1988). En definitiva, se trata de una superficialidad vanidosa: mucho movimiento en la superficie de la mente, pero no se mueve ni se conmueve la profundidad del pensamiento. Parte 2. Mt 25,35)? Precisamente, aun en épocas en que las mujeres fueron más relegadas, el Espíritu Santo suscitó santas cuya fascinación provocó nuevos dinamismos espirituales e importantes reformas en la Iglesia. Por eso, la misericordia, que socorre los defectos ajenos, es el sacrificio que más le agrada, ya que causa más de cerca la utilidad del prójimo»[93]. Tu identificación con Cristo y sus deseos, implica el empeño por construir, con él, ese reino de amor, justicia y paz para todos. Gaudete et Exsultate, Capítulo 1 El Papa Francisco pasa el primer capítulo de Guadete et Exsultate hablando de "El llamado a la Sandad". Para ser santos no es necesario ser obispos, sacerdotes, religiosas o religiosos. Él pedía a los discípulos que cuando llegaran a un hogar dijeran: «Paz a esta casa» (Lc 10,5). De esta manera, nuestras vidas demuestran su poder en acción, incluso en medio de la debilidad humana»[17]. Ella «es la llave del cielo»[91]. Muchas veces tenemos la tentación de pensar que la santidad está reservada solo a quienes tienen la posibilidad de tomar distancia de las ocupaciones ordinarias, para dedicar mucho tiempo a la oración. El emigrante que reside entre vosotros será para vosotros como el indígena: lo amarás como a ti mismo, porque emigrantes fuisteis en Egipto» (Lv 19,33-34). Part 1. Quiero remarcar una vez más que, si bien la misericordia no excluye la justicia y la verdad, «ante todo tenemos que decir que la misericordia es la plenitud de la justicia y la manifestación más luminosa de la verdad de Dios»[90]. Lc 6,20), y así nos invita también a una existencia austera y despojada. Eso no tiene nada que ver con el hambre y la sed de justicia que Jesús elogia. También es nocivo e ideológico el error de quienes viven sospechando del compromiso social de los demás, considerándolo algo superficial, mundano, secularista, inmanentista, comunista, populista. Como consecuencia, es la propia misión la que se resiente, es el compromiso el que se debilita, es el servicio generoso y disponible el que comienza a retacearse. Hay momentos duros, tiempos de cruz, pero nada puede destruir la alegría sobrenatural, que «se adapta y se transforma, y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo»[100]. No se puede esperar, para vivir el Evangelio, que todo a nuestro alrededor sea favorable, porque muchas veces las ambiciones del poder y los intereses mundanos juegan en contra nuestra. 25. El mal humor no es un signo de santidad: «Aparta de tu corazón la tristeza» (Qo 11,10). Cuando él pasaba «toda la gente se alegraba» (Lc 13,17). Por una parte, el de los cristianos que separan estas exigencias del Evangelio de su relación personal con el Señor, de la unión interior con él, de la gracia. Si no escuchamos, todas nuestras palabras serán únicamente ruidos que no sirven para nada. «Hambre y sed» son experiencias muy intensas, porque responden a necesidades primarias y tienen que ver con el instinto de sobrevivir. [75] Exhort. Nosotros también, en el contexto actual, estamos llamados a vivir el camino de iluminación espiritual que nos presentaba el profeta Isaías cuando se preguntaba qué es lo que agrada a Dios: «Partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, cubrir a quien ves desnudo y no desentenderte de los tuyos. Cuando los Apóstoles sintieron la tentación de dejarse paralizar por los temores y peligros, se pusieron a orar juntos pidiendo la parresía: «Ahora, Señor, fíjate en sus amenazas y concede a tus siervos predicar tu palabra con toda valentía» (Hch 4,29). Y permítele que forje en ti ese misterio personal que refleje a Jesucristo en el mundo de hoy. 16. «¡Salta de gozo, Sión; alégrate, Jerusalén! Si nos ocupamos demasiado de nosotros mismos, no nos quedará tiempo para los demás»[94]. Esta es una de las grandes convicciones definitivamente adquiridas por la Iglesia, y está tan claramente expresada en la Palabra de Dios que queda fuera de toda discusión. [74] En algunas ocasiones puede ser necesario conversar acerca de las dificultades de algún hermano. La única forma es el discernimiento, que no supone solamente una buena capacidad de razonar o un sentido común, es también un don que hay que pedir. 168. 119. 1 P 3,16), y hasta los adversarios deben ser tratados con mansedumbre (cf. EXHORTACIÓN APOSTÓLICA GAUDETE ET EXSULTATE DEL SANTO PADREFRANCISCO, SOBRE EL LLAMADO A LA SANTIDAD EN EL MUNDO ACTUAL, Capítulo Primero EL LLAMADO A LA SANTIDAD, Los santos que nos alientan y acompañan [3-5] Los santos de la puerta de al lado [6-9] El Señor llama [10-13] También para ti [14-18] Tu misión en Cristo [19-24] La actividad que santifica [25-31] Más vivos, más humanos [32-34], Capítulo Segundo DOS SUTILES ENEMIGOS DE LA SANTIDAD, Una mente sin Dios y sin carne [37-39] Una doctrina sin misterio [40-42] Los límites de la razón [43-46], Una voluntad sin humildad [49-51] Una enseñanza de la Iglesia muchas veces olvidada [52-56] Los nuevos pelagianos [57-59] El resumen de la Ley [60-62], «Felices los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» [67-70] «Felices los mansos, porque heredarán la tierra» [71-74]  «Felices los que lloran, porque ellos serán consolados» [75-76] «Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados» [77-79] «Felices los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» [80-82] «Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios» [83-86] «Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios» [87-89] «Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos» [90-94], Por fidelidad al Maestro [96-99] Las ideologías que mutilan el corazón del Evangelio [100-103] El culto que más le agrada [104-109], Capítulo Cuarto ALGUNAS NOTAS DE LA SANTIDAD EN EL MUNDO ACTUAL, Aguante, paciencia y mansedumbre [112-121] Alegría y sentido del humor [122-128] Audacia y fervor [129-139] En comunidad [140-146] En oración constante [147-157], Capítulo Quinto COMBATE, VIGILANCIA Y DISCERNIMIENTO, Algo más que un mito [160-161] Despiertos y confiados [162-163] La corrupción espiritual [164-165], Una necesidad imperiosa [167-168]Siempre a la luz del Señor [169] Un don sobrenatural [170-171]Habla, Señor [172-173] La lógica del don y de la cruz [174-177]. Es una seguridad interior, una serenidad esperanzada que brinda una satisfacción espiritual incomprensible para los parámetros mundanos. Cartas y sermones, Buenos Aires 1999, 71. [70] Desde los tiempos patrísticos, la Iglesia valora el don de lágrimas, como se puede ver también en la hermosa oración Ad petendam compunctionem cordis: «Oh Dios omnipotente y mansísimo, que para el pueblo sediento hiciste surgir de la roca una fuente de agua viva, haz brotar de la dureza de nuestros corazones lágrimas de compunción, para que llorando nuestros pecados, obtengamos por tu misericordia el perdón» (Missale Romanum, ed. Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las . Mc 13,35). B. Pablo VI, Catequesis (15 noviembre 1972): Ecclesia (1972/II), 1605: «Una de las necesidades mayores es la defensa de aquel mal que llamamos Demonio. Si tú no eres capaz de soportar y ofrecer algunas humillaciones no eres humilde y no estás en el camino de la santidad. Sus preguntas nos ayudan a preguntarnos, sus cuestionamientos nos cuestionan»[40]. [11] Hans U. von Balthasar, “Teología y santidad”, en Communio 6 (1987), 489. Precisamente, algunas corrientes gnósticas despreciaron la sencillez tan concreta del Evangelio e intentaron reemplazar al Dios trinitario y encarnado por una Unidad superior donde desaparecía la rica multiplicidad de nuestra historia. Sé santo viviendo con alegría tu entrega. Por eso Jesús llama felices a los pobres de espíritu, que tienen el corazón pobre, donde puede entrar el Señor con su constante novedad. Esa persona es consolada, pero con el consuelo de Jesús y no con el del mundo. Únicamente el Espíritu sabe penetrar en los pliegues más oscuros de la realidad y tener en cuenta todos sus matices, para que emerja con otra luz la novedad del Evangelio. [102] Exhort. 139. Cuando el Cardenal Francisco Javier Nguyên van Thuânestaba en la cárcel, renunció a desgastarse esperando su liberación. [103] Exhort. [84] Cf. postsin. [119] Conferencia de Obispos Católicos de India, Declaración final de la XXI Asamblea plenaria (18 febrero 2009), 3.2. Así, cada santo es un mensaje que el Espíritu Santo toma de la riqueza de Jesucristo y regala a su pueblo. Cuando Dios se dirige a Abraham le dice: «Yo soy Dios todopoderoso, camina en mi presencia y sé perfecto» (Gn 17,1). Lc 5,4). San Benito lo había asumido sin vueltas y, aunque eso pudiera «complicar» la vida de los monjes, estableció que a todos los huéspedes que se presentaran en el monasterio se los acogiera «como a Cristo»[85], expresándolo aun con gestos de adoración[86], y que a los pobres y peregrinos se los tratara «con el máximo cuidado y solicitud»[87]. Cada santo es una misión; es un proyecto del Padre para reflejar y encarnar, en un momento determinado de la historia, un aspecto del Evangelio. 58. Solamente a partir del don de Dios, libremente acogido y humildemente recibido, podemos cooperar con nuestros esfuerzos para dejarnos transformar más y más[62]. Pero estemos atentos. Jr 31,33). Cuando algunos de ellos se dirigen a los débiles diciéndoles que todo se puede con la gracia de Dios, en el fondo suelen transmitir la idea de que todo se puede con la voluntad humana, como si ella fuera algo puro, perfecto, omnipotente, a lo que se añade la gracia. Catecismo de la Iglesia Católica, 2010). Aunque aliviar a una sola persona ya justificaría todos nuestros esfuerzos, eso no nos basta. En este caso, detrás de la ortodoxia, nuestras actitudes pueden no corresponder a lo que afirmamos sobre la necesidad de la gracia, y en los hechos terminamos confiando poco en ella. Education. Gracias a Dios, a lo largo de la historia de la Iglesia quedó muy claro que lo que mide la perfección de las personas es su grado de caridad, no la cantidad de datos y conocimientos que acumulen. de Trento, Ses. 1. ap. 39. Ex 34,6-9; Sb 11,23-12,2; Lc 6,36). No me detendré a explicar los medios de santificación que ya conocemos: los distintos métodos de oración, los preciosos sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación, la ofrenda de sacrificios, las diversas formas de devoción, la dirección espiritual, y tantos otros. 166. 163. Entonces no caigamos en la tentación de buscar la seguridad interior en los éxitos, en los placeres vacíos, en las posesiones, en el dominio sobre los demás o en la imagen social: «Os doy mi paz; pero no como la da el mundo» (Jn 14,27). 31. Todo lo contrario, porque llegarás a ser lo que el Padre pensó cuando te creó y serás fiel a tu propio ser. Share. También en la vida del pueblo peregrino hay muchos gestos simples de pura adoración, como por ejemplo cuando «la mirada del peregrino se deposita sobre una imagen que simboliza la ternura y la cercanía de Dios. 10. Sin la sabiduría del discernimiento podemos convertirnos fácilmente en marionetas a merced de las tendencias del momento. El santo es una persona con espíritu orante, que necesita comunicarse con Dios. [62] Esta es, en definitiva, la doctrina católica acerca del «mérito» posterior a la justificación: se trata de la cooperación del justificado para el crecimiento de la vida de la gracia (cf. Motu proprio Maiorem hac dilectionem (11 julio 2017), art. Sal 139,23-24). De ese modo encuentra que la vida tiene sentido socorriendo al otro en su dolor, comprendiendo la angustia ajena, aliviando a los demás. El lenguaje que usa el Papa Francisco es sencillo y agradable, animado con muchas ané Aferrados a él nos animamos a poner todos nuestros carismas al servicio de los otros. What was one new insight from Chapter 1 that really stuck with you? No puedo dejar de recordar aquella pregunta que se hacía santo Tomás de Aquino cuando se planteaba cuáles son nuestras acciones más grandes, cuáles son las obras externas que mejor manifiestan nuestro amor a Dios. Se olvida que «no es que la vida tenga una misión, sino que es misión»[27]. [88] Bula Misericordiae Vultus (11 abril 2015), 9: AAS 107 (2015), 405. 20. Sin embargo, eso no debe llevarnos a simplificar tanto la realidad diciendo que todos los casos narrados en los evangelios eran enfermedades psíquicas y que en definitiva el demonio no existe o no actúa. No aceptaremos la existencia del diablo si nos empeñamos en mirar la vida solo con criterios empíricos y sin sentido sobrenatural. Para todo discípulo es indispensable estar con el Maestro, escucharle, aprender de él, siempre aprender. Y si ante el rostro de Cristo todavía no logras dejarte sanar y transformar, entonces penetra en las entrañas del Señor, entra en sus llagas, porque allí tiene su sede la misericordia divina[114]. Luego vive un momento de angustia, pero recuerda el amor de la Virgen María, toma el rosario y reza con fe. «Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados». 2 Tm 2,25). Entonces escribió esto a san Antonio de Padua: «Me agrada que enseñes sagrada teología a los hermanos con tal que, en el estudio de la misma, no apagues el espíritu de oración y devoción»[43]. Ojalá nos sintamos apremiados por su amor (cf. El Concilio Vaticano II lo destacó con fuerza: «Todos los fieles, cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre»[10]. El encuentro con Jesús en las Escrituras nos lleva a la Eucaristía, donde esa misma Palabra alcanza su máxima eficacia, porque es presencia real del que es la Palabra viva. Esa es muchas veces la santidad «de la puerta de al lado», de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, «la clase media de la santidad»[4]. Rm 12,1-2) y dejaremos que él nos moldee como un alfarero (cf. Porque el consumismo solo empacha el corazón; puede brindar placeres ocasionales y pasajeros, pero no gozo. Para un cristiano no es posible pensar en la propia misión en la tierra sin concebirla como un camino de santidad, porque «esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación» (1 Ts 4,3). Pidamos al Señor la gracia de no vacilar cuando el Espíritu nos reclame que demos un paso adelante, pidamos el valor apostólico de comunicar el Evangelio a los demás y de renunciar a hacer de nuestra vida cristiana un museo de recuerdos. Lc 10,30-37). Necesitamos el empuje del Espíritu para no ser paralizados por el miedo y el cálculo, para no acostumbrarnos a caminar solo dentro de confines seguros. Los santos evitan depositar la confianza en sus acciones: «En el atardecer de esta vida me presentaré ante ti con las manos vacías, Señor, porque no te pido que lleves cuenta de mis obras. Así como lamenta «la falta de alegría y de esperanza», exalta la «dulce y confortadora alegría de evangelizar» que está unida a «un ímpetu interior que nadie ni nada sea capaz de extinguir», para que el mundo no reciba el Evangelio «a través de evangelizadores tristes y desalentados». 93. La humillación te lleva a asemejarte a Jesús, es parte ineludible de la imitación de Jesucristo: «Cristo padeció por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas» (1 P 2,21). De ese modo, nos convoca a compartir la vida de los más necesitados, la vida que llevaron los Apóstoles, y en definitiva a configurarnos con Jesús, que «siendo rico se hizo pobre» (2 Co 8,9). Pero ruego que no entendamos el silencio orante como una evasión que niega el mundo que nos rodea. De otro modo, todas nuestras decisiones podrán ser solamente «decoraciones» que, en lugar de exaltar el Evangelio en nuestras vidas, lo recubrirán o lo ahogarán. San Juan de la Cruz decía a un discípulo: estás viviendo con otros «para que te labren y ejerciten»[104]. La comunidad está llamada a crear ese «espacio teologal en el que se puede experimentar la presencia mística del Señor resucitado»[105]. Tal vez nos resistimos a salir de un territorio que nos era conocido y manejable. 47. La santificación es un camino comunitario, de dos en dos. No tengas miedo de apuntar más alto, de dejarte amar y liberar por Dios. Buscar la justicia con hambre y sed, esto es santidad. Así está realmente disponible para acoger un llamado que rompe sus seguridades pero que lo lleva a una vida mejor, porque no basta que todo vaya bien, que todo esté tranquilo. ¿Cómo saber si algo viene del Espíritu Santo o si su origen está en el espíritu del mundo o en el espíritu del diablo? Quisiera insistir que esto no es solo para pocos privilegiados, sino para todos, porque «todos tenemos necesidad de este silencio penetrado de presencia adorada»[112]. Es muy difícil luchar contra la propia concupiscencia y contra las asechanzas y tentaciones del demonio y del mundo egoísta si estamos aislados. Ejercicios espirituales, 230-237. [53] Cf. 19. No puedo expresar lo que pasó por mi alma. La súplica de intercesión tiene un valor particular, porque es un acto de confianza en Dios y al mismo tiempo una expresión de amor al prójimo. Tu identificación con Cristo y sus deseos, implica el empeño por construir, con él, ese reino de amor, jus… 92. 131. ​Pope Francis  EG #164. No es sano amar el silencio y rehuir el encuentro con el otro, desear el descanso y rechazar la actividad, buscar la oración y menospreciar el servicio. 17. Esto es lo difícil hoy en un mundo que cree tener algo por sí mismo, fruto de su propia originalidad o de su libertad»[61]. ¿Cómo podríamos ser más efectivos como catequistas al compartir sobre 'los santos de al lado'? [124] En la tumba de san Ignacio de Loyola se encuentra este sabio epitafio: «Non coerceri a maximo, contineri tamen a minimo divinum est» (Es divino no asustarse por las cosas grandes y a la vez estar atento a lo más pequeño). [46] Exhort. No es necesario registrarse ni instalar. El objetivo de esta Exhortación Apostólica es renovar el llamado a la santidad que Dios nos hace a cada uno de nosotros. Ser pobre en el corazón, esto es santidad. Es verdad que hay que abrir la puerta del corazón a Jesucristo, porque él golpea y llama (cf. De otro modo, la santidad será solo palabras. 96. Porque en cada hermano, especialmente en el más pequeño, frágil, indefenso y necesitado, está presente la imagen misma de Dios. Para un cristiano no es posible pensar en la propia misión en la tierra sin concebirla como un camino de santidad, porque «esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación» (1 Ts 4,3). 111. Quiero que María corone estas reflexiones, porque ella vivió como nadie las bienaventuranzas de Jesús. Entonces, no se trata de desalentarse cuando uno contempla modelos de santidad que le parecen inalcanzables. Dios hizo a los humanos equilibrados, pero ellos se buscaron preocupaciones sin cuento» (Qo 7,14.29). Al descarnar el misterio finalmente prefieren «un Dios sin Cristo, un Cristo sin Iglesia, una Iglesia sin pueblo»[36]. Es posible navegar en dos o tres pantallas simultáneamente e interactuar al mismo tiempo en diferentes escenarios virtuales. Muchas veces esto se juega en lo pequeño, en lo que parece irrelevante, porque la magnanimidad se muestra en lo simple y en lo cotidiano[124]. [63] Cf. ¿Estás casado? Exhort. Por consiguiente, tiene sentido pedirle que ilumine aun los pequeños detalles de tu existencia, que a él no se le escapan. El santo es capaz de vivir con alegría y sentido del humor. 85. El pequeño detalle de tener aceite de repuesto para las lámparas por si el novio se demora. Ser cristianos es «gozo en el Espíritu Santo» (Rm 14,17), porque «al amor de caridad le sigue necesariamente el gozo, pues todo amante se goza en la unión con el amado […] De ahí que la consecuencia de la caridad sea el gozo»[99]. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 218: AAS 105 (2013), 1110. ap. En el evangelio de Mateo vemos también que lo que viene de dentro del corazón es lo que contamina al hombre (cf. 52. Al contrario, la realidad es que la oración será más agradable a Dios y más santificadora si en ella, por la intercesión, intentamos vivir el doble mandamiento que nos dejó Jesús. Absolutizan sus propias teorías y obligan a los demás a someterse a los razonamientos que ellos usan. A exortação tem foco nos desafios de ser santos no mundo atual, com indicações sobre como viver a santidade - um chamado que é . Lumen gentium, sobre la Iglesia, 11. 34. Terrible realidad. Por ello no podemos pretender que nuestro modo de entenderla nos autorice a ejercer una supervisión estricta de la vida de los demás. II, Const. El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la . Es lo que había comprendido muy bien santa Teresa de Calcuta: «Sí, tengo muchas debilidades humanas, muchas miserias humanas. [78] Carta enc. 84. 159. Sin embargo, la corriente vivificante de la vida mística permanece invisible. Para santa Teresa de Ávila la oración es «tratar de amistad estando muchas veces a solas con quien sabemos nos ama»[111]. Tal justicia empieza por hacerse realidad en la vida de cada uno siendo justo en las propias decisiones, y luego se expresa buscando la justicia para los pobres y débiles. [3] Conc. Él «huye de la falsedad, se aleja de los pensamientos vacíos» (Sb 1,5). Ella es la que se estremecía de gozo en la presencia de Dios, la que conservaba todo en su corazón y se dejó atravesar por la espada. Es una expresión fuerte, en este mundo que desde el inicio es un lugar de enemistad, donde se riñe por doquier, donde por todos lados hay odio, donde constantemente clasificamos a los demás por sus ideas, por sus costumbres, y hasta por su forma de hablar o de vestir. No hay que domesticar el poder del rostro de Cristo»[113]. En otras ocasiones sucede lo contrario, porque las fuerzas del mal nos inducen a no cambiar, a dejar las cosas como están, a optar por el inmovilismo o la rigidez. 134. Fe, filosofía y espiritualidad. Lo que interesa es que cada creyente discierna su propio camino y saque a la luz lo mejor de sí, aquello tan personal que Dios ha puesto en él (cf. Y la paz de Dios, que supera todo juicio, custodiará vuestros corazones» (Flp 4,6-7). Amoris laetitia (19 marzo 2016), 311: AAS 108 (2016), 439. Solo me referiré a algunos aspectos del llamado a la santidad que espero resuenen de modo especial. 100. El Padre, que «ve en lo secreto» (Mt 6,6), reconoce lo que no es limpio, es decir, lo que no es sincero, sino solo cáscara y apariencia, así como el Hijo sabe también «lo que hay dentro de cada hombre» (Jn 2,25). Esto nos invita a vivir con una gozosa gratitud por ese regalo que nunca mereceremos, puesto que «después que uno ya posee la gracia, no puede la gracia ya recibida caer bajo mérito»[59]. La naturaleza y la gracia, XLIII, 50: PL 44, 271. La Palabra tiene en sí el poder para transformar las vidas»[119]. Esto se refleja en santa Josefina Bakhita, quien fue «secuestrada y vendida como esclava a la tierna edad de siete años, sufrió mucho en manos de amos crueles. 74. Pero hablamos de las persecuciones inevitables, no de las que podamos ocasionarnos nosotros mismos con un modo equivocado de tratar a los demás. [56] Ses. Se pretende ignorar que «no todos pueden todo»[47], y que en esta vida las fragilidades humanas no son sanadas completa y definitivamente por la gracia[48]. Novo millennio ineunte (6 enero 2001), 56: AAS 93 (2001), 307. Así, si alguno de nosotros se plantea la pregunta: «¿Cómo se hace para llegar a ser un buen cristiano?», la respuesta es sencilla: es necesario hacer, cada uno a su modo, lo que dice Jesús en el sermón de las bienaventuranzas[66]. «Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos». La intercesión expresa el compromiso fraterno con los otros cuando en ella somos capaces de incorporar la vida de los demás, sus angustias más perturbadoras y sus mejores sueños. No te quitará fuerzas, vida o alegría. Así lo reflejan algunas comunidades santas. El II Sínodo de Orange enseñó con firme autoridad que nada humano puede exigir, merecer o comprar el don de la gracia divina, y que todo lo que pueda cooperar con ella es previamente don de la misma gracia: «Aun el querer ser limpios se hace en nosotros por infusión y operación sobre nosotros del Espíritu Santo»[55]. [71] Catecismo de la Iglesia Católica, 1789; cf. Por lo tanto, «la santidad se mide por la estatura que Cristo alcanza en nosotros, por el grado como, con la fuerza del Espíritu Santo, modelamos toda nuestra vida según la suya»[25]. Esto se refleja en santa Josefina Bakhita, quien fue «secuestrada y vendida como esclava a la tierna edad de siete . 36. Por tanto, pido a todos los cristianos que no dejen de hacer cada día, en diálogo con el Señor que nos ama, un sincero «examen de conciencia». La costumbre nos seduce y nos dice que no tiene sentido tratar de cambiar algo, que no podemos hacer nada frente a esta situación, que siempre ha sido así y que, sin embargo, sobrevivimos. La V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, según el magisterio constante de la Iglesia, ha enseñado que el ser humano «es siempre sagrado, desde su concepción, en todas las etapas de su existencia, hasta su muerte natural y después de la muerte», y que su vida debe ser cuidada «desde la concepción, en todas sus etapas, y hasta la muerte natural» (Documento de Aparecida, 29 junio 2007, 388,464). ¡No tiene miedo! [117] Carta a Henry de Castries (14 agosto 1901). «Estad en vela» (Mt 24,42; cf. dogm. En el fondo, la falta de un reconocimiento sincero, dolorido y orante de nuestros límites es lo que impide a la gracia actuar mejor en nosotros, ya que no le deja espacio para provocar ese bien posible que se integra en un camino sincero y real de crecimiento[51]. Nos invita a gastar nuestra vida en su servicio. Concédeme la salud del cuerpo, con el buen humor necesario para mantenerla. El problema es que esto se degeneró sutilmente, de manera que el mismo error de los gnósticos simplemente se transformó, pero no fue superado. A estos grandes santos ni la oración, ni el amor de Dios, ni la lectura del Evangelio les disminuyeron la pasión o la eficacia de su entrega al prójimo, sino todo lo contrario. También el consumo de información superficial y las formas de comunicación rápida y virtual pueden ser un factor de atontamiento que se lleva todo nuestro tiempo y nos aleja de la carne sufriente de los hermanos. Jesús dice que habrá felicidad cuando «os calumnien de cualquier modo por mi causa» (Mt 5,11). [121] Cf. 124. 2 Tm 2,22), porque «el fruto de la justicia se siembra en la paz para quienes trabajan por la paz» (St 3,18). San Juan de la Cruz proponía otra cosa: «Sea siempre más amigo de ser enseñado por todos que de querer enseñar aun al que es menos que todos»[96]. San Buenaventura, por otra parte, advertía que la verdadera sabiduría cristiana no se debe desconectar de la misericordia hacia el prójimo: «La mayor sabiduría que puede existir consiste en difundir fructuosamente lo que uno tiene para dar, lo que se le ha dado precisamente para que lo dispense. La lectura orante de la Palabra de Dios, más dulce que la miel (cf. «Felices los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia». Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 197: AAS 105 (2013), 1103. Por ello, si rechazamos esta manera histórica y progresiva, de hecho podemos llegar a negarla y bloquearla, aunque la exaltemos con nuestras palabras. Por ejemplo, cuando escucho algo de alguien y voy a otro y se lo digo; e incluso hago una segunda versión un poco más amplia y la difundo. Si buscamos esa santidad que agrada a los ojos de Dios, en este texto hallamos precisamente un protocolo sobre el cual seremos juzgados: «Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme» (25,35-36). Nos harán bien, nos harán genuinamente felices. Los «gnósticos» tienen una confusión en este punto, y juzgan a los demás según la capacidad que tengan de comprender la profundidad de determinadas doctrinas. Tú también necesitas concebir la totalidad de tu vida como una misión. Todos estamos llamados a ser testigos, pero «existen muchas formas existenciales de testimonio»[11]. Mira tu historia cuando ores y en ella encontrarás tanta misericordia. Esta experiencia se transformó en una fuente de gran sabiduría para esta humilde hija de África»[30]. Si nos dejamos guiar por el Espíritu más que por nuestros razonamientos, podemos y debemos buscar al Señor en toda vida humana. Deja que todo esté abierto a Dios y para ello opta por él, elige a Dios una y otra vez. Cuando escrutamos ante Dios los caminos de la vida, no hay espacios que queden excluidos. «Alegraos y regocijaos» (Mt 5,12), dice Jesús a los que son perseguidos o humillados por su causa. Tal actitud de escucha implica, por cierto, obediencia al Evangelio como último criterio, pero también al Magisterio que lo custodia, intentando encontrar en el tesoro de la Iglesia lo que sea más fecundo para el hoy de la salvación. Él reconocía la tentación de convertir la experiencia cristiana en un conjunto de elucubraciones mentales que terminan alejándonos de la frescura del Evangelio. Como no encuentran algo grave que reprocharse, no advierten esa tibieza que poco a poco se va apoderando de su vida espiritual y terminan desgastándose y corrompiéndose. 45. Así se lo proponía el Señor a Abraham: «Camina en mi presencia y sé perfecto» (Gn 17,1). Se requieren fuerza y valentía para resistir las tentaciones del diablo y anunciar el Evangelio. Likes. 169. Y si logro hacer más daño, parece que me provoca mayor satisfacción. Analisis del primer capitulo de la enciclica GAUDETE ET EXSULTATE 53. Pero me interesa recordar a tantas mujeres desconocidas u olvidadas quienes, cada una a su modo, han sostenido y transformado familias y comunidades con la potencia de su testimonio. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 94: AAS 105 (2013), 1059. Reconozcamos nuestra fragilidad pero dejemos que Jesús la tome con sus manos y nos lance a la misión. No te quitará fuerzas, vida o alegría. Evangelii nuntiandi (8 diciembre 1975), 80: AAS 68 (1976), 73. En la medida en que se santifica, cada cristiano se vuelve más fecundo para el mundo. 137. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 85: AAS 105 (2013), 1056. No obstante, para que esto sea posible, también son necesarios algunos momentos solo para Dios, en soledad con él. Como bien nos recordaron los Obispos de India: «La devoción a la Palabra de Dios no es solo una de muchas devociones, hermosa pero algo opcional. «Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios». El que lo pide todo también lo da todo, y no quiere entrar en nosotros para mutilar o debilitar sino para plenificar. Ecum. [18] Cf. Exortação Apostólica Gaudete et Exsultate - Capítulo 1 Na reunião do dia 29/05/2018, a CVX Amar e Servir iniciou a reflexão e partilha da Exortação Apostólica Gaudete et Exsultate (GE), do Papa Francisco. No estoy hablando de la alegría consumista e individualista tan presente en algunas experiencias culturales de hoy. A causa de ese acostumbrarnos ya no nos enfrentamos al mal y permitimos que las cosas «sean lo que son», o lo que algunos han decidido que sean. Así surgieron los pelagianos y los semipelagianos. Te presentamos este video corto sobre el capítulo 1 de la Exhortación Apostólica Gaudete et Exsultate del Papa Francisco sobre el llamado a la santidad en el mundo actual. «Romped a cantar, montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y se compadece de los desamparados» (Is 49,13). Su presencia está en la primera página de las Escrituras, que acaban con la victoria de Dios sobre el demonio[120]. Nos quiere positivos, agradecidos y no demasiado complicados: «En tiempo de prosperidad disfruta […]. Esa es una sutil forma de violencia[95]. Una vez que lo aceptamos y dejamos de pensar nuestra existencia sin él, desaparece la angustia de la soledad (cf. 41. Por esta razón los Apóstoles, después de la humillación, «salieron del Sanedrín dichosos de haber sido considerados dignos de padecer por el nombre de Jesús» (Hch 5,41). Él depende de nosotros para amar al mundo y demostrarle lo mucho que lo ama. 99. Por lo tanto, ser santos no significa blanquear los ojos en un supuesto éxtasis. 89. Esta lucha es muy bella, porque nos permite celebrar cada vez que el Señor vence en nuestra vida. En ella se manifiestan: la ansiedad nerviosa y violenta que nos dispersa y nos debilita; la negatividad y la tristeza; la acedia cómoda, consumista y egoísta; el individualismo, y tantas formas de falsa espiritualidad sin encuentro con Dios que reinan en el mercado religioso actual. 91. Fue incondicional y permaneció fiel. Ella no acepta que nos quedemos caídos y a veces nos lleva en sus brazos sin juzgarnos. El amor se detiene, contempla el misterio, lo disfruta en silencio»[118]. 2c: L’Osservatore Romano (12 julio 2017), p. 8. 4,21.33; 5,13) mientras algunas autoridades los acosaban y perseguían (cf. [120] Cf. Sea que coma, beba, hable con otros, o haga cualquier cosa, siempre ande deseando a Dios y apegando a él su corazón»[110]. Las bienaventuranzas de ninguna manera son algo liviano o superficial; al contrario, ya que solo podemos vivirlas si el Espíritu Santo nos invade con toda su potencia y nos libera de la debilidad del egoísmo, de la comodidad, del orgullo. El Catecismo nos recuerda que esta ley se debe aplicar «en todos los casos»[71], de manera especial cuando alguien «se ve a veces enfrentado con situaciones que hacen el juicio moral menos seguro, y la decisión difícil»[72]. ap. No me refiero a los racionalistas enemigos de la fe cristiana. Jesús mismo remarca que este camino va a contracorriente hasta el punto de convertirnos en seres que cuestionan a la sociedad con su vida, personas que molestan. 70. 128. Teresa de Lisieux, “Acto de ofrenda al Amor misericordioso” (Oraciones, 6). [5] Conc. Dame, Señor, el sentido del humor. El discernimiento no solo es necesario en momentos extraordinarios, o cuando hay que resolver problemas graves, o cuando hay que tomar una decisión crucial. Esto ocurría en la comunidad santa que formaron Jesús, María y José, donde se reflejó de manera paradigmática la belleza de la comunión trinitaria. Porque el poder que los gnósticos atribuían a la inteligencia, algunos comenzaron a atribuírselo a la voluntad humana, al esfuerzo personal. [83] Conferencia Canadiense de Obispos Católicos. También se requiere generosidad, porque «hay más dicha en dar que en recibir» (Hch 20,35). Esta bienaventuranza se refiere a quienes tienen un corazón sencillo, puro, sin suciedad, porque un corazón que sabe amar no deja entrar en su vida algo que atente contra ese amor, algo que lo debilite o lo ponga en riesgo. No me refiero solo a las situaciones crudas de martirio, sino a las humillaciones cotidianas de aquellos que callan para salvar a su familia, o evitan hablar bien de sí mismos y prefieren exaltar a otros en lugar de gloriarse, eligen las tareas menos brillantes, e incluso a veces prefieren soportar algo injusto para ofrecerlo al Señor: «En cambio, que aguantéis cuando sufrís por hacer el bien, eso es una gracia de parte de Dios» (1 P 2,20). Aunque las palabras de Jesús puedan parecernos poéticas, sin embargo van muy a contracorriente con respecto a lo que es costumbre, a lo que se hace en la sociedad; y, si bien este mensaje de Jesús nos atrae, en realidad el mundo nos lleva hacia otro estilo de vida. 165. 152. 82. La defensa del inocente que no ha nacido, por ejemplo, debe ser clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada, y lo exige el amor a cada persona más allá de su desarrollo. Alguien podría objetar: «Si yo soy tan manso, pensarán que soy un necio, que soy tonto o débil». Odsłuchaj Capítulo 1: El Llamado A La Santidad, Los Santos Que Nos Alimentan Y Acompañan i seven innych odcinków spośród Exhortación Apostólica: "Gaudete Et Exsultate" za darmo! Es la memoria agradecida de la que también habla san Ignacio de Loyola en su «Contemplación para alcanzar amor»[116], cuando nos pide que traigamos a la memoria todos los beneficios que hemos recibido del Señor. Indica un ser personal que nos acosa. El Señor la ha llenado de dones con la Palabra, los sacramentos, los santuarios, la vida de las comunidades, el testimonio de sus santos, y una múltiple belleza que procede del amor del Señor, «como novia que se adorna con sus joyas» (Is 61,10). "Like" us on Facebook or follow us on 129. typ. Gaudete et Exsultate - Capítulo 1: O chamado à santidade Introdução . Sal 119,103) y «espada de doble filo» (Hb 4,12), nos permite detenernos a escuchar al Maestro para que sea lámpara para nuestros pasos, luz en nuestro camino (cf. Desde esa firmeza interior es posible aguantar, soportar las contrariedades, los vaivenes de la vida, y también las agresiones de los demás, sus infidelidades y defectos: «Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?» (Rm 8,31).Esto es fuente de la paz que se expresa en las actitudes de un santo. No es así. La firmeza interior que es obra de la gracia, nos preserva de dejarnos arrastrar por la violencia que invade la vida social, porque la gracia aplaca la vanidad y hace posible la mansedumbre del corazón. Porque la vida divina se comunica «a unos en una manera y a otros en otra»[13]. Me refiero más bien a esa alegría que se vive en comunión, que se comparte y se reparte, porque «hay más dicha en dar que en recibir» (Hch 20,35) y «Dios ama al que da con alegría» (2 Co 9,7). [61] Lucio Gera, “Sobre el misterio del pobre”, en P. Grelot-L. Gera-A. El mundo de las habladurías, hecho por gente que se dedica a criticar y a destruir, no construye la paz. En definitiva, Cristo «es nuestra paz» (Ef 2,14), vino a «guiar nuestros pasos por el camino de la paz» (Lc 1,79). 24. ap. [7] S. Juan Pablo II, Carta ap. Os 2,16) y allí desea escribir su Ley (cf. Estas dos riquezas no desaparecen»[65]. Sin embargo, las dificultades pueden ser como la tormenta, la ballena, el gusano que secó el ricino de Jonás, o el viento y el sol que le quemaron la cabeza; y lo mismo que para él, pueden tener la función de hacernos volver a ese Dios que es ternura y que quiere llevarnos a una itinerancia constante y renovadora. 22. 13. Es llamativo que a veces, pretendiendo defender otros mandamientos, se pasa por alto completamente el octavo: «No levantar falso testimonio ni mentir», y se destroza la imagen ajena sin piedad. Copyright © 2022 Apple Inc. All rights reserved. The Catechism in a Year (with Fr. Comisión de Asuntos Sociales, Carta abierta a los miembros del Parlamento, The Common Good or Exclusion: A Choice for Canadians (1 febrero 2001), 9. CAPÍTULO CUARTO ALGUNAS NOTAS DE LA SANTIDAD EN EL MUNDO ACTUAL. Papa Francisco, 88. [6] Vida escondida y epifanía, en Obras Completas V, Burgos 2007, 637. semanal en lengua española (18 octubre 2013), p. 12. ¡Cuántas veces nos sentimos tironeados a quedarnos en la comodidad de la orilla! Tal vez sea así, pero dejemos que los demás piensen esto. No son palabras románticas, porque nuestro camino hacia la santidad es también una lucha constante. En definitiva, es el reino del orgullo y de la vanidad, donde cada uno se cree con el derecho de alzarse por encima de los otros. Somos libres, con la libertad de Jesucristo, pero él nos llama a examinar lo que hay dentro de nosotros ―deseos, angustias, temores, búsquedas― y lo que sucede fuera de nosotros —los «signos de los tiempos»â€” para reconocer los caminos de la libertad plena: «Examinadlo todo; quedaos con lo bueno» (1 Ts 5,21). En este marco, quiero llamar la atención acerca de dos falsificaciones de la santidad que podrían desviarnos del camino: el gnosticismo y el pelagianismo. Select a size, the embed code changes based on your selection. Jesús mismo nos lo dijo en la parábola del rico insensato, de ese hombre seguro que, como necio, no pensaba que podría morir ese mismo día (cf. Lo primero es pertenecer a Dios. 138. [1] Benedicto XVI, Homilía en el solemne inicio del ministerio petrino (24 abril 2005): AAS 97 (2005), 708. Depender de él nos libera de las esclavitudes y nos lleva a reconocer nuestra propia dignidad. Entonces, no pensemos que es un mito, una representación, un símbolo, una figura o una idea[121]. Se trata de no tener límites para lo grande, para lo mejor y más bello, pero al mismo tiempo concentrados en lo pequeño, en la entrega de hoy. [48] Sto. Era una compasión que lo movía a salir de sí con fuerza para anunciar, para enviar en misión, para enviar a sanar y a liberar. Durante el Año Santo de 1975, el mismo Pablo VI dedicó a la alegría la Exhortación Apostólica, Gaudete in Domino (9 mayo 1975): AAS 67 (1975), 289-322. Como no puedes entender a Cristo sin el reino que él vino a traer, tu propia misión es inseparable de la construcción de ese reino: «Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia» (Mt 6,33). 109. En la hermosa conmemoración ecuménica que él quiso celebrar en el Coliseo, durante el Jubileo del año 2000, sostuvo que los mártires son «una herencia que habla con una voz más fuerte que la de los factores de división»[9]. 38. Dentro de las formas variadas, quiero destacar que el «genio femenino» también se manifiesta en estilos femeninos de santidad, indispensables para reflejar la santidad de Dios en este mundo. [31] Conferencia Episcopal Regional de África Occidental, Mensaje pastoral a la conclusión de la II Asamblea Plenaria (29 febrero 2016), 2. [37] Como enseña S. Buenaventura: «Es necesario que se dejen todas las operaciones intelectuales, y que el ápice del afecto se traslade todo a Dios y todo se transforme en Dios. El Concilio Vaticano II lo destacó con fuerza: «Todos los fieles, cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos . Al mismo tiempo, la santidad es parresía: es audacia, es empuje evangelizador que deja una marca en este mundo. Es verdad que el discernimiento espiritual no excluye los aportes de sabidurías humanas, existenciales, psicológicas, sociológicas o morales. Consta de 177 puntos contenidos en alrededor de 40 páginas. El pequeño detalle de que faltaba una oveja. Cuando hay circunstancias que nos abruman, siempre podemos recurrir al ancla de la súplica, que nos lleva a quedar de nuevo en las manos de Dios y junto a la fuente de la paz: «Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y en la súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. 116. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 40: AAS 105 (2013), 1037. Está en juego el sentido de mi vida ante el Padre que me conoce y me ama, el verdadero para qué de mi existencia que nadie conoce mejor que él. Y si en alguna ocasión en nuestra comunidad tenemos dudas acerca de lo que hay que hacer, «procuremos lo que favorece la paz» (Rm 14,19) porque la unidad es superior al conflicto[74]. Aceptar cada día el camino del Evangelio aunque nos traiga problemas, esto es santidad. [16] Cinco panes y dos peces: un gozoso testimonio de fe desde el sufrimiento en la cárcel, México 19999, 21. De pronto, oí a lo lejos el sonido armonioso de un instrumento musical. Gaudete et Exsultate - Capítulo 1 . Algunos, por prejuicios espiritualistas, creen que la oración debería ser una pura contemplación de Dios, sin distracciones, como si los nombres y los rostros de los hermanos fueran una perturbación a evitar. La oración confiada es una reacción del corazón que se abre a Dios frente a frente, donde se hacen callar todos los rumores para escuchar la suave voz del Señor que resuena en el silencio. En algún momento tendremos que percibir de frente la propia verdad, para dejarla invadir por el Señor, y no siempre se logra esto si uno «no se ve al borde del abismo de la tentación más agobiante, si no siente el vértigo del precipicio del más desesperado abandono, si no se encuentra absolutamente solo, en la cima de la soledad más radical»[28]. La vida cristiana es un combate permanente. Hoy día, el hábito del discernimiento se ha vuelto particularmente necesario. No nos entrega dos fórmulas o dos preceptos más. 173. En último término, es Cristo amando en nosotros, porque «la santidad no es sino la caridad plenamente vivida»[24]. Ese es otro paso. [115] Relatos de un peregrino ruso, Buenos Aires 1990, 25.96. 135. La santidad que Dios regala a su Iglesia viene a través de la humillación de su Hijo, ése es el camino. El Evangelio nos invita a reconocer la verdad de nuestro corazón, para ver dónde colocamos la seguridad de nuestra vida. Compartir la Palabra y celebrar juntos la Eucaristía nos hace más hermanos y nos va convirtiendo en comunidad santa y misionera. No te prives de pasar un día feliz» (Si 14,11.14). Esto resulta especialmente importante cuando aparece una novedad en la propia vida, y entonces hay que discernir si es el vino nuevo que viene de Dios o es una novedad engañosa del espíritu del mundo o del espíritu del diablo. Es alguien que no soporta asfixiarse en la inmanencia cerrada de este mundo, y en medio de sus esfuerzos y entregas suspira por Dios, sale de sí en la alabanza y amplía sus límites en la contemplación del Señor. La primera de estas grandes notas es estar centrado, firme en torno a Dios que ama y que sostiene. Sal 27,4). Jesús explicó con toda sencillez qué es ser santos, y lo hizo cuando nos dejó las bienaventuranzas (cf. La santidad es el rostro más bello de la Iglesia. Amoris laetitia (19 marzo 2016), 133: AAS108 (2016), 363. Quien de verdad quiera dar gloria a Dios con su vida, quien realmente anhele santificarse para que su existencia glorifique al Santo, está llamado a obsesionarse, desgastarse y cansarse intentando vivir las obras de misericordia. ¡Dios no tiene miedo! Dejémonos estimular por los signos de santidad que el Señor nos presenta a través de los más humildes miembros de ese pueblo que «participa también de la función profética de Cristo, difundiendo su testimonio vivo sobre todo con la vida de fe y caridad»[5]. 174. «Alegraos y regocijaos» (Mt 5,12), dice Jesús a los que son perseguidos o humillados por su causa. Se trata de ser artesanos de la paz, porque construir la paz es un arte que requiere serenidad, creatividad, sensibilidad y destreza. Recordemos siempre que el discernimiento es una gracia. En definitiva, quiere darnos un corazón nuevo (cf. Porque a cada uno de nosotros el Señor nos eligió «para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor» (Ef 1,4). Capítulo segundo: El gnosticismo actual. ap. de iustificatione, sobre la justificación, cap. [19] Catecismo de la Iglesia Católica, 515. [100] Exhort. No eran así los Apóstoles de Cristo. Vivir o trabajar con otros es sin duda un camino de desarrollo espiritual. Y luego Lucas agrega algo que no deberíamos ignorar: «Con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros» (6,38). De este modo, todos los momentos serán escalones en nuestro camino de santificación. Esta santidad a la que el Señor te llama irá creciendo con pequeños gestos. No te desalientes, porque tienes la fuerza del Espíritu Santo para que sea posible, y la santidad, en el fondo, es el fruto del Espíritu Santo en tu vida (cf. Esa gente más bien es enemiga de la paz y de ningún modo bienaventurada[73]. Hay que perderle el miedo a esa presencia que solamente puede hacernos bien. En el fondo, es el deseo de Dios que no puede dejar de manifestarse de alguna manera en medio de nuestra vida cotidiana: «Procure ser continuo en la oración, y en medio de los ejercicios corporales no la deje. Por tal razón, en el evangelio de Lucas ya no escuchamos el «sed perfectos» (Mt 5,48) sino «sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará» (6,36-38). Pregúntale siempre al Espíritu qué espera Jesús de ti en cada momento de tu existencia y en cada opción que debas tomar, para discernir el lugar que eso ocupa en tu propia misión. Nadie resiste si opta por quedarse en un punto muerto, si se conforma con poco, si deja de soñar con ofrecerle al Señor una entrega más bella. También recordemos el reciente testimonio de los monjes trapenses de Tibhirine (Argelia), que se prepararon juntos para el martirio. Si no le permites que él alimente el calor de su amor y de su ternura, no tendrás fuego, y así ¿cómo podrás inflamar el corazón de los demás con tu testimonio y tus palabras? Pero las trasciende. [51] Cf. -- Created using PowToon -- Free sign up at http://www.powtoon.com/youtube/ -- Create animated videos and animated presentations for free. Si uno asume esta dinámica, entonces no deja anestesiar su conciencia y se abre generosamente al discernimiento. Capítulo 1: El llamado a la Santidad, La actividad que santifica - Exhortación Apostólica: 'Gaudete et exsultate' Lo que hay que contemplar es el conjunto de su vida, su camino entero de santificación, esa figura que refleja algo de Jesucristo y que resulta cuando uno logra componer el sentido de la totalidad de su persona[26]. Esta bienaventuranza nos hace pensar en las numerosas situaciones de guerra que se repiten. Dar y perdonar es intentar reproducir en nuestras vidas un pequeño reflejo de la perfección de Dios, que da y perdona sobreabundantemente. Él ya está allí. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. 61. Aun cuando la existencia de alguien haya sido un desastre, aun cuando lo veamos destruido por los vicios o las adicciones, Dios está en su vida. Jesús nos enseñó a pedir cotidianamente esa liberación para que su poder no nos domine. Del mismo modo, hay muchos matrimonios santos, donde cada uno fue un instrumento de Cristo para la santificación del cónyuge. Entonces me imaginé un salón muy bien iluminado, todo resplandeciente de ricos dorados; y en él, señoritas elegantemente vestidas, prodigándose mutuamente cumplidos y cortesías mundanas. [82] Recordemos la reacción del buen samaritano ante el hombre que unos bandidos dejaron medio muerto al borde del camino (cf. Finalmente, aunque parezca obvio, recordemos que la santidad está hecha de una apertura habitual a la trascendencia, que se expresa en la oración y en la adoración. Allí se habla de Abraham, de Sara, de Moisés, de Gedeón y de varios más (cf. A esos que se ocupan de sembrar paz en todas partes, Jesús les hace una promesa hermosa: «Ellos serán llamados hijos de Dios» (Mt 5,9). Nos entrega dos rostros, o mejor, uno solo, el de Dios que se refleja en muchos. 122. 56. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 6: AAS 105 (2013), 1221. Por eso, si nos atrevemos a llegar a las periferias, allí lo encontraremos, él ya estará allí. ¿Qué fue una nueva idea del Capítulo 1 que realmente se quedó contigo? Depender de él nos libera de las esclavitudes y nos lleva a reconocer nuestra propia dignidad.
Piropos Graciosos Con Preguntas, Productos Que Conforman La Canasta Básica Familiar Perú, Plan Mantenimiento Renault Duster, Como Casarse Por Internet Con Un Extranjero, Guía De Arrendamiento Para Llenar, Poema A Un Hombre Maravilloso,